Edgar Ende... su vida ficticia.
El día estaba soleado, el mar relajado y su sonido incitaba a la tranquilidad, la arena en mis pies, calida y de un dorado resplandeciente acompañaba mis pasos por la playa mientras me dirigía a la casa del pintor alemán Edgar Ende, quien con sus pinturas surrealistas molesto al gobierno nazi. Edgard Ende ahora vive en la casa a la que me dirijo en esta playa desconocida al sur de Francia. A esta altura del camino ya puedo distinguir la mansión victoriana, pintada en tonos verdes y púrpuras y con imágenes de personas escalándolas que refleja el sentido surrealista de su dueño. La casa completa, los árboles que la rodean, podados de manera irregular, en aquel día soleado hacen del lugar una obra de arte en tres dimensiones. Por fin estoy frente a Edgard, un hombre alto de mirada tranquilizadora y sonrisa sincera, una sonrisa tan difícil de ver en estos días. Me invitó a pasar y conocer su refugio. En cada pared había un cuadro de él, lo que hacia preguntarse ¿si el tiene los origina...